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A:Lab – Laboratorio de Aprendizaje

M.Sc. Virginia Aguilar Barquero
“La única habilidad competitiva a largo plazo es la habilidad de aprender”

Seymour Papert

Laboratorio de Aprendizaje A:LAB (Segundo de una serie de dos)

La Universidad Castro Carazo inauguró el Laboratorio de Aprendizaje (A:LAB) en el 2017, como parte de una serie de procesos internos de reflexión y replanteamiento para propiciar el tránsito hacia un paradigma educativo emergente. Su objetivo es ofrecer a toda la comunidad educativa un espacio innovador, atractivo y adecuado para la exploración de proyectos inter y transdisciplinares, mediante el aprendizaje activo, que promueva el pensamiento complejo, la conciencia planetaria y habilidades para la vida.

Su diseño e implementación se fundamenta en teorías como el Constructivismo, el Constructivismo social y el Construccionismo. En particular, se parte del Construccionismo como una visión educativa innovadora sobre el uso de las tecnologías digitales para apoyar el aprendizaje de las personas que, además, permite comprender la forma en que la tecnología digital es apropiada por la sociedad y por el individuo.  

Como se indicó en una entrega anterior, el A:LAB pone su énfasis en al aprendizaje que se obtiene fabricando productos con significancia personal. Se llama “laboratorio” porque es un entorno de experimentación constante sobre diversas alternativas y rutas para favorecer el aprendizaje. En su mayoría, se incuban experiencias mediadas o potenciadas con tecnologías digitales:  desde la construcción de cómics, infografías o mapas conceptuales para representar o sintetizar temas complejos, hasta la creación de prototipos y soluciones creativas a través de la computación física o la impresión 3D. Sin embargo, busca trascender el activismo (en el que incurren muchos Maker spaces y Fab Labs), de manera que el énfasis no esté en las herramientas ni en los productos digitales, sino en los procesos de pensamiento profundo que éstos pueden facilitar. 

El A:LAB promueve el aprendizaje ubicuo, donde los entornos y tiempos en los que ocurre el aprendizaje son diversos y flexibles. Se ponen a prueba diferentes configuraciones del espacio físico, dentro y fuera del aula, con mobiliario alternativo y materiales no tradicionales en educación superior (e.g. legos y plasticina). Pero también, se han explorado nuevas posibilidades desde los entornos virtuales, configurando un ecosistema de herramientas, plataformas y técnicas que permiten, desde la presencia virtual, la cercanía, la colaboración y la fabricación digital.   

Para todas estas incubaciones, el Laboratorio de Aprendizaje se apoya de un grupo interdisciplinar de profesionales que, en articulación constante con estudiantes, docentes y personas encargadas de cátedra, exploran nuevas formas de usar la fabricación digital para promover un aprendizaje significativo, en cada una de las especialidades que ofrece la Universidad. De esta manera, las experiencias que promueve el A:LAB amplían las oportunidades de aprendizaje del estudiantado, a la vez que se convierten en modelos prácticos de integración efectiva de las tecnologías digitales para propiciar conocimientos más profundos y desarrollar habilidades de pensamiento de orden superior.

Con esto se espera un efecto exponencial, donde las experiencias (modelos) trasciendan el laboratorio para ser replicadas o adaptadas en sus contextos particulares por docentes, estudiantes y personas colaboradoras. En consecuencia, la población meta del A:LAB es toda la comunidad de aprendizaje, de manera que se geste y potencie una cultura de innovación educativa en todos los niveles y ámbitos de acción universitaria.  

Lo anterior ha requerido que, en el corazón del A:LAB, se encuentre siempre presente un proceso continuo de acompañamiento pedagógico-técnico al equipo docente. Al igual que otros procesos del A:LAB, este acompañamiento es flexible y se ofrece de manera personalizada, según las necesidades y contextos educativos de cada docente. Busca la adquisición progresiva de mayor confianza y fluidez en el uso de tecnologías digitales, así como en el diseño de estrategias de mediación centradas en la persona y el aprendizaje. 

La creación del A:LAB, años atrás, fue una decisión estratégica que ha facilitado la preparación de su comunidad de aprendizaje para un mundo cambiante y globalizado. Donde las tecnologías digitales son fundamentales, pero evolucionan a ritmos acelerados, requiriendo de personas resilientes y creativas, que sepan comunicar con empatía, colaborar, resolver problemas complejos y autorregular su aprendizaje, todas habilidades que forman parte del aprender fabricando.